Uno de los aspectos más interesantes del marketing digital hoy en día es la cantidad de posibilidades que tenemos para poder captar a nuestros clientes. En este sentido, un campo que tiene mucho que decir y que aportar es el del diseño gráfico.
La base de su desarrollo viene motivada por la facilidad con la que los usuarios procesan las imágenes, dado que la percepción visual de la información favorece tanto su procesamiento como su recuerdo por parte de nuestros consumidores, lo que nos mantiene un mayor tiempo presentes en su mente, facilitando así que se decidan por nuestros productos o servicios. En base a esto, se ha comenzado a desarrollar una serie de trabajos visuales, conocidos como infografías, que fomentan que el lector consuma contenidos de una forma más rápida y eficiente, lo que permite a la empresa crear contenidos más dinámicos que la posicionan en la mente de su objetivo.
Pero, entrando en mayor detalle ¿qué es exactamente una infografía?
Una infografía es una imagen en la cual se han resumidos los conceptos principales de un contenido, de manera que de un simple vistazo poder captar la idea principal de un texto mucho más largo y que llevaría al lector mucho más tiempo leer. Además, se construye en un tipo de formato muy visual, por lo que además, facilita la captación de la atención del usuario. Por otra parte, este tipo de contenidos tienen la gran ventaja de que se comparten con gran facilidad a través de internet, especialmente por las redes sociales, lo que facilita la viralización del contenido y por tanto, que nuestro contenido llegue a más personas.
Sin embargo, para que una infografía lleve a cabo su cometido y sea eficiente, debe de cumplir una serie de características que seduzcan al lector:
- Brevedad. La principal virtud de una infografía es su velocidad de lectura. Si ponemos demasiado texto, se convertirá en un texto con colores.
- Concisión. A menudo, puede parecernos que todo es demasiado importante como para no ponerlo, pero el hecho es que no es así. La infografía sólo debe recoger las ideas principales de lo que queremos transmitir. Si deseamos desarrollar más el contenido, podemos ampliarlo acompañándolo del correspondiente texto, aunque lo habitual es que sea la infografía la que acompañe al texto a modo de resumen.
- Captación visual. Como hemos mencionado anteriormente, una de las principales virtudes de esta herramienta es el atractivo visual que proporciona a nuestros contenidos. Para aprovecharlo, es recomendable construirla con imágenes llamativas que recalquen los conceptos que buscamos destacar. Eso sí, debemos tener cuidado con no eclipsar la información relevante de la infografía.
- Ortografía. En un texto de gran longitud, la ortografía es una regla de obligado cumplimiento, dado que este tipo de faltas pueden poner en entredicho la imagen y credibilidad que proporciona una marca. Ni que decir cabe que su importancia se ve incrementada cuanto más pequeño es el texto y por lo tanto, mayor es su visibilidad. Por lo tanto antes de publicar, revisar.
- Referencias. También es aconsejable, si mencionamos datos o información ajena sobre la que apoyamos nuestro contenido, incluir en el pie de la imagen las referencias utilizadas. Esto incrementa de forma sustancial la credibilidad de la información que estamos aportando.
Estos, son sólo algunos consejos básicos para su desarrollo pero como siempre, es importante contar con la creatividad de un buen diseñador gráfico que pueda sacar el máximo potencial a nuestro trabajo y mejorando de forma notable su rendimiento.
Comments ( 0 )