¿Te has visto en la situación de que tu página web no obtenga los resultados que esperabas? No te preocupes, es algo muy común. Llegados a este punto, conviene determinar las causas y llevar a cabo los cambios oportunos.
Antes de nada, conviene recalcar que con rediseñar no nos estamos refiriendo a cambiar cada uno de los elementos presentes en tu página, sino a mejorarlos y estructurarlos de manera que promuevan un mejor funcionamiento de tu sitio web y, por ende, esto se traduzca en una aproximación más certera a tus objetivos de marketing. Existen muchas razones por las que debas modificar tu página, pero nosotros nos vamos a centrar en los puntos que consideramos más importantes:
- Tu página tiene una “intro” diseñada en flash
El diseño en flash representa dos grandes inconvenientes: por un lado, el usuario tiene que esperar a ver el contenido, ya que le resulta muy pesado y por otro, automáticamente tu página deja de estar posicionada en los buscadores. Además, será inaccesible para los usuarios que naveguen desde su Smartphone. Actualmente es muy común el uso combinado con otros lenguajes (HTML o CSS), en detrimento de un uso dependiente de flash. Si tu página está diseñada íntegramente mediante este lenguaje, cámbiala, de otro modo estarás transmitiendo a tus clientes una imagen de obsolescencia.
- Detectas un problema de usabilidad
¿Notas que la gente abandona tu sitio web rápidamente o que hay un descenso de visitas recurrentes? Es posible que tengas un problema de usabilidad. Es necesario analizar la estructura de la web, el modo de navegación y la estructuración de contenidos para garantizar que el usuario encuentre lo que está buscando de la manera más rápida y sencilla. Recuerda que si el cliente no encuentra lo que busca fácilmente, irá a buscarlo a otro lado.
- Tienes una limitación por maquetar con tablas y frames
Los CMS fueron creados para garantizar una subida de contenido casi ilimitada. Recuerda que Google favorece el posicionamiento de webs dinámicas con contenido continuamente actualizado. Asegúrate de utilizar un gestor de contenidos rápido y eficaz.
- Hay una falta de optimización de posicionamiento
Google cambia constantemente los algoritmos de clasificación de los sitios que aparecen en las búsquedas, por lo que es muy importante diseñar una web que tenga optimizadas las herramientas que favorezcan el SEO. Recuerda: a mejor posicionamiento, más visitas que pueden traducirse en ventas.
- No está adaptada para la navegación con dispositivos móviles
Según el informe La Sociedad de la Información en España, el porcentaje de españoles que acceden a Internet a través de un dispositivo móvil es del 88,3%, y recientemente este punto de acceso ha superado al mítico ordenador. Es, por tanto, vital adaptarse a este dispositivo mediante un diseño responsive y adaptable (resposive design) para asegurar que no pierdes visitas y clientes potenciales.
- No hay una correcta visualización para todos los navegadores
El punto anterior puede aplicarse a éste. A pesar de que el navegador más utilizado sea Google Chrome, es necesario verificar que funcione también para Mozilla Firefox, Internet Explorer o Safari.
- Tus competidores directos han rediseñado su web recientemente
Si nos ponemos en la piel de un usuario, ¿qué tipo de diseño prefieres encontrar al acceder a una página? ¿Uno que lleva sin modificarse mucho tiempo o uno moderno y atractivo? Si ves que tus competidores directos han dado el paso, sígueles…puede ser una estrategia de captación de nuevos clientes.
Y vosotros, ¿os sentís identificados con alguna de estas situaciones?, ¿añadiríais algún factor más? ¡Contadnos vuestra experiencia!
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